Entrada efectista y sobria, de bajo mantenimiento para que su funcionamiento sea óptimo a lo largo de todo el año. Comedor de estética muy cuidada gracias a los alcorques triangulares proyectados, jugando con llenos y vacíos, representados por distintos ejemplares de arces japoneses, todos ellos tapizados con canto negro pulido. Zona central de piscina simple y despejada, ya que el protagonismo lo ha de tener un ejemplar de Quercus suber. Zona lateral, destinada a un jardín más tradicional, con un trazado más orgánico, gran variedad de plantas, con la intención que con los años vayan conformando un paisaje dinámico potente que actúe como límite visual del jardín. El resultado es un jardín actualizado al siglo XXI, en el se conjugan a la perfección superficies contemporáneas con estilos más conservadores de jardín.